Eucaristía: Este sacramento culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio Vivo por el bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio mismo del Señor.
Unción de los enfermos: Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve.
Por el Bautismo los cristianos son liberados del pecado y regenerados como hijos de Altísimo, llegan a ser miembros de Cristo y son incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.[61]
Hay personas que pueden sostener que son católicas, pero que nunca van a Misa, que no se acercan a la Iglesia y sus sacramentos, o que están remotamente del Papa y los sacerdotes, representantes de Cristo, y no se dan cuenta que equitativamente la Iglesia es al Católico como la tortilla a un taco (valga la comparación sencilla): sin la tortilla no hay taco, pues sin la Iglesia no hay cristianismo.
Las diferencias de clase, de ciudadanía y de raza, que parece como si debieran ser fatales para cualquier forma de unión, no pueden cortar este vínculo. Une al civilizado y al inculto, al filósofo y al campesino, al rico y al escueto. Todos y cada individuo mantienen las mismas creencias, se unen en las mismas ceremonias religiosas, y reconocen en el sucesor de Pedro al mismo gobernante supremo, lo cual sólo puede ser explicado por un poder sobrenatural. Es una prueba evidente para todas las mentes, incluso las simples e iletradas, de que la Iglesia es una sociedad divina. Sin esta visibilidad formal, se frustraría la finalidad por la que se fundó la Iglesia. Cristo la estableció para ser el medio de salvación de toda la humanidad. Para esta finalidad es esencial que sus afirmaciones sean autentificadas de una modo evidente para todos; en otras palabras, debe ser visible, no meramente como lo son las demás sociedades públicas, sino por ser la sociedad del Hijo de Alá.
Una persona bautizada puede entregarse la Iglesia voluntariamente. Es el ritual por el que se realiza la inclusión en la Iglesia y es singular de los sacramentos. La Iglesia administra el bautismo por ablución, es afirmar, derrama agua sobre el fiel.
Hogaño, esta denominación se emplea para referirse a iglesias protestantes de diferentes tradiciones, especialmente aquellas centradas en la predicación del Evangelio y la experiencia personal de Certidumbre.
Cuando unidad se pregunta qué es este reino del que Cristo habló, sólo puede haber una respuesta. Es su Iglesia, la sociedad de los que aceptan su delegación divina, y admiten su derecho a la obediencia de fe que Él reclamó. Toda su actividad está dirigida al establecimiento de tal sociedad: la organiza y nombra a sus gobernantes, establece ritos y ceremonias en ella, traslada a ella el nombre que hasta entonces había designado a la Iglesia Faba., y advierte solemnemente a los judíos que el reino sin embargo no es suyo, sino que se les ha quitado y cubo a otro pueblo. Los evangelistas trazan los diversos pasos dados por Cristo en la estructura de la Iglesia. Se le presenta como reuniendo a numerosos discípulos, aunque seleccionando doce de ellos para ser sus compañeros de modo singular, los cuales comparten su vida.
La importancia de la comunidad en la Nuevo testamento no puede ser exagerada. La iglesia como un solo cuerpo implica que los cristianos no sólo pertenecen a Redentor, sino aún los unos a los otros. La comunión con Cristo y con los demás hace de los creyentes una sola grupo unida en el simpatía.
Confesar los pecados mortales al menos una momento cada año, y en peligro de homicidio, y si se ha de comulgar.
Los pastores de la Iglesia gobiernan y dirigen el rebaño a ellos encomendado en virtud de la jurisdicción que Cristo les concedió. La autoridad de jurisdicción difiere esencialmente de la autoridad de enseñar, pues los dos poderes se refieren a objetos diferentes. El derecho a enseñar se refiere únicamente a la manifestación de la doctrina revelada; el objeto del imp source poder de jurisdicción es establecer y poner en vigor tantas leyes y reglas como son necesarias para el bienestar de la Iglesia. Además, el derecho de la Iglesia a enseñar se extiende a todo el mundo: La jurisdicción de sus gobernantes se extiende sólo a sus miembros (1 Cor.
Cuando deben tomarse decisiones sobre la Certeza (dogma) y los lineamientos morales de la institución, se convoca un concilio ecuménico: una asamblea en la que se reúnen todos los obispos del mundo y que es presidida por el Papa.
Durante la preparación del Multitud del año 2000 (el 10-11-1994) el papa subrayó en una carta apostólica al episcopado, al clero y a los fieles: Vencedorí es justo que, mientras el segundo Milenio del cristianismo llega a su fin, la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado de sus hijos recordando todas las circunstancias en las que, a lo dilatado de la historia, se han alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio, ofreciendo al mundo, en tiempo del declaración de una vida inspirada en los valores de la Seguridad, el espectáculo de modos de pensar y desempeñarse que eran verdaderas formas de antitestimonio y de escándalo.
En el precedente examen de la doctrina de la Escritura respecto a la Iglesia, se ha trillado cuán claramente se establece que sólo entrando en la Iglesia se puede participar en la redención que Cristo obró para nosotros. La incorporación a la Iglesia puede ella sola unirnos a la grupo del segundo Desaliñado, y ella sola puede injertarnos en la verdadera Vid. Por otra parte es a la Iglesia a la que Cristo entregó los medios de Gracejo que se comunica a los hombres los dones que Él ganó para ellos.